viernes, 11 de junio de 2010

LA LECTO-ESCRITURA



Para los niños entre las edades de 3 a 6 años
La lectura y la escritura en la Educación Inicial
En la sociedad actual de manera permanente se observan, textos escritos, como: periódicos, revistas, libros, comiquitas, cuentos, envases de alimentos y de otros productos, propagandas en la calle y en la televisión. Los niños(as) establecen contacto permanente con este ambiente alfabetizador, no son indiferentes ante las escrituras que aparecen en todas partes, los ven, preguntan sobre ellos, observan cómo los adultos o hermanos(as) mayores leen o escriben; reflexionan sobre los material portadores de texto y construyen hipótesis en torno a ellos.
Al respecto Goodman (1992) refiriéndose a las raíces del aprendizaje de la lectura y la escritura, argumenta que en una sociedad orientada hacia lo impreso sus miembros, independientemente del estrato de donde provengan, usan la lectura y escritura a diario desde temprana edad, interactúan con el significado de los textos escritos que encuentran en las etiquetas de los productos para la casa, la alimentación, los juguetes, en los carteles, otros. Es así como los niños y niñas comienzan a comprender las funciones particulares que la lectura y la escritura tienen en su grupo social tomando conciencia de que el lenguaje escrito presenta formas diferentes cuando sirve para funciones distintas, distinguen entre un programa televisivo, un anuncio en la calle o un cuento.
En esta misma línea, Camps y Kauffman citadas por Gillanders (2001), sostienen que la adquisición de la lectura y la escritura se da a partir de los contextos en los que aparezca en forma evidente para niños y niñas el valor funcional de la lengua escrita.
Por ello, en Educación Inicial se promueve esta relación con el mundo del lenguaje escrito, se continúa profundizando en su desarrollo de manera intencional desde que el niño y la niña ingresan a espacios educativos convencionales y no convencionales. Este proceso de aprendizaje se produce cuando los niños y las niñas avanzan de un escritura no convencional (palitos, bolitas, signos, líneas rectas y curvas, a una escritura cada vez más convencional).
En la medida que se les permita hacerlo de manera natural y cometiendo errores, a través de estas acciones obtendrá sus propias experiencias y conocimientos acerca de lo escrito, confrontándolas con lo impreso y con las escrituras de otros. De allí que el/la docente como mediador (a) debe involucrarse en todas las actividades desarrolladas por niños y niñas, de esta forma servirá de modelo en estos procesos cuando realice actos de lectura y de escritura.
La lectura y la escritura se apoyan mutuamente.Entre más lectura y escritura haga su niño se le facilitará más aprender ambas destrezas.
Didáctica de la lectura y la escritura
En estos últimos años los aportes de investigadores de la lingüística coinciden en señalar que los métodos utilizados para el abordaje de los procesos de lectura y escritura, no responden a la concepción que actualmente se tiene de los mismos, ni a la reconstrucción que hacen los niños y las niñas al plantearse hipótesis acerca de la naturaleza de los objetos que le rodean. (Linuesa, 1999). Muchos de ellos sostienen que la lectura y la escritura son procesos que se inician desde el hogar, mucho antes del ingreso a la Educación Inicial, a través de las interacciones con la familia, comunidad o vecindario.
Igualmente rechazan la idea, del uso de un texto único, la práctica de ejercicios de apresto para la adquisición de habilidades y destrezas motoras para escribir; al igual que las tareas tediosas y sin sentido; no es la forma más adecuada y así lo expresan para que niños y niñas se apropien de este conocimiento.
Los cambios en la concepción del aprendizaje de la lectura y la escritura se traducen en el “APRENDER HACIENDO“, proceso activo, inteligente, de resolución de problemas por parte del o la que aprende.
El aprendizaje de la lectura y la escritura se logra a través del contacto con materiales variados tales como: cuentos, periódicos, fotos, libros de recetas, diccionarios, y con la práctica social en forma activa, en situaciones reales significativas, en un entorno informal y lúdico que favorezca la exploración, experimentación, la comunicación y los intercambios de saberes con sus pares y adultos.
Los niños y las niñas al tener contacto activo con los materiales que les ofrece el entorno, y al enfrentarse a diversos y variados géneros, comienzan a explorar, expresar emociones y sensaciones; a partir de esta experiencia toman conciencia y construyen nuevos saberes, esta exploración les permite apropiarse del lenguaje, en forma creativa. El niño y la niña que aún no leen ni escriben de manera convencional, en su interacción con los textos, observan la presencia de tipos de letras, longitud de las palabras, letras mayúsculas y minúsculas, símbolos, otros.






Los símbolos o signos observados, por su diversidad, son portadores de información, ya que el niño y la niña van descubriendo de que se trata (una carta, un cuento, una revista, una receta, otros). Ante esta diversidad formulan hipótesis sobre la propiedad del texto, lo cual van verificando en la medida que se apropian de la lectura y la escritura convencional.
Otro elemento primordial de la interacción con los textos son las imágenes, los/las niños(as) en un principio, anticipan para comentar con otros lo que están leyendo o conversan con los/las compañeros(as) o adultos intercambiando con éstos(as) acerca del texto que encontraron.
Por estas razones, los/las docentes de Educación Inicial tendrán la responsabilidad de crear situaciones que permitan al niño (a) apropiarse de la lectura y escritura, desarrollar su capacidad comunicativa, con la finalidad de propiciar el inicio de estos procesos con disfrute, interés, curiosidad y de manera constructiva.
Los niños y niñas como seres activos, necesitan de la mediación del adulto para favorecer sus intercambios orales, en un clima de confianza, de respeto, que sea receptivo de sus experiencias propias, de su cultura, de su lenguaje y que cree situaciones de aprendizaje acordes con su entorno real.
Los adultos que acompañan los procesos de lectura y escritura deben tener presente que el niño y la niña tienen que ser tratados desde temprana edad como lectores y escritores, aunque todavía no lo hagan de manera convencional. A través de sus acciones y la presentación de situaciones problemáticas, el y ella se apropian de estos conocimientos; en algunos casos aprenden a leer y escribir en situaciones concretas, ante la presencia de verdaderos ambientes comunicativos, donde se realicen actos de conversación, de lectura y escritura; así como también, a través de la práctica e intercambios sociales del lenguaje y en sus diversas expresiones de comunicación (gestual, oral, escrita, gráfica).
¿Cómo promover en niños y niñas de Educación Inicial la lectura y escritura?
Para promover la lectura y la escritura es importante que el/la docente u otro adulto significativo tenga presente:
Las diferencias individuales de los niños y las niñas para construir el lenguaje oral y escrito y donde se ponga en juego el uso del lenguaje funcional.
El uso y manejo de material impreso de todo tipo, variado y estimulante, que corresponda a su interés y potencialidades.
Formular preguntas con una intencionalidad pedagógica que generen conflictos cognitivos, e imprima significado a las actividades al ubicarlas en un contexto con sentido para el/la niño(a).
Incorporar en sus estrategias mediadorasparticipación de la familia como primer núcleo motivador de estos aprendizajes.
Considerar los elementos presentes de la comunidad que contribuyan a favorecer la apropiación constructiva de la lectura y escritura por parte de los niños y niñas (biblioteca pública, museos, centros comunitarios, establecimientos comerciales, otros).
Materiales que propician la lectura y escritura y como aprovecharlos
Gillanders, (2001) sugiere de 5 a 8 cuentos rotativos de diversos temas. Entre estos diversos géneros literarios se contemplan:
Textos Narrativos: Periódico, revistas.
Informativos: Anuncios, recibos, invitaciones a un espectáculo, nombre de los productos que venden en el mercado, folletos, guía de las direcciones de teléfono, afiches, otros.
Descriptivos: Libros de instrucción, de experimentos.
Literarios: Cuentos, diversos, imágenes de diferentes tamaños, poco texto, significativos para niños y niñas, con escenas de la vida cotidiana, pueden ser comerciales o elaborados rudimentariamente: poesías, retahílas, adivinanzas, refranes, trabalenguas, coplas, rondas, canciones, relatos tradicionales de su cultura, regional y nacional, otros.
Estos materiales se encuentran como recursos que ofrece el entorno y como géneros literarios.
Recursos de entorno: etiquetas de mayonesa, jabón de lavar, de tocador, pasta dental, mantequilla, envoltorios de las chucherías, empaques de leche, refrescos, galletas y propagandas de los mercados. El/la docente con su creatividad pueden transformarlo creando con ellos materiales didácticos que promuevan la adquisición de la lectura y escritura en forma natural.
Para los niños(as) más pequeños(as) entre (0 y 3 años) es pertinente elaborar tarjetas con figuras de escenas familiares, objetos conocidos por ellos (as), figuras de alimentos que ingieren (cereal, leche, otros). Para los más grandecitos, entre (3 y 6 años) utilizar memorias, loterías, crucigramas, dominós, tarjetas de anticipación, diccionarios, otros. Estos materiales acompañados por preguntas mediadoras, darán la oportunidad a niños y niñas de interaccionar y ponerse en contacto en forma dinámica con la lectura y la escritura.
Géneros literarios: La selección de este material impreso debe manejarse con flexibilidad. Entre las experiencias más enriquecedoras del aprendizaje de la lectura y escritura se encuentran la lectura del cuento, de una poesía, una adivinanza, o la producción de éstas en forma individual o colectiva, a través de ellas se desarrolla la imaginación, la creatividad, se amplia el vocabulario, la expresión oral y escrita. Los niños y las niñas, además de expresarse, aprenden escuchando a los demás.
Los/las docentes u otros adultos significativos pueden hacer uso de estos recursos a través de diferentes maneras, considerando la edad de los niños y las niñas:
Pueden apoyarse con el uso del franelógrafo, figuras de cartulina y cinta adhesiva, el uso de títeres, el delantal mágico, la participación del grupo con disfraces de acuerdo a los personajes elegidos.
Leer ante el niño y la niña y dar vida a los personajes.
Flexibilidad en la voz, pausas, entonaciones, gestos que identifiquen sentimientos y sensaciones. Todo esto propiciará un encuentro placentero con la lectura.
Seleccionar cuentos, adivinanzas, poesías, cortas, de fácil comprensión, reales desde el punto de vista lingüístico que contengan aspectos significativos de la vida de niños y niñas, de su entorno, localidad, que combinen la fantasía y hechos reales.
Estos brindan variadas formas de utilización. Ejemplo: niños y niñas que aún no saben leer convencionalmente, exploran los escritos y realizan anticipaciones del contenido del texto por las imágenes, favoreciendo su lenguaje oral a través de las ilustraciones .
Qué necesita
Lápices, crayones, o marcadores
Hilo o cinta
Papel o un cuaderno
Cartulina o papel grueso
Cartulina gruesa
Tijeras para niños





Qué hacer
Las primeras actividades en la siguiente lista funcionan bien con niños más pequeños.A medida que su niño va ya creciendo, las actividades al final de la lista le permiten hacer más.Sin embargo, siga realizando las primeras actividades en la lista mientras que las disfrute.
Escriba con su niño.Él aprenderá bastante al observarla a usted.Platíquele sobre su escritura para que él comience a entender que la escritura representa algo y que tiene muchos usos.
Pida que su preescolar utilice su escritura en cualquier etapa de desarrollo que se encuentreaunque solo sean garabatospara firmar tarjetas de cumpleaños o para hacer listas.
Coloque un tablón de anuncios en la cocina.Ofrézcale escribirle unas notitas y dejarlas allí.Asegure que él las encuentre.
Pida que su preescolar le cuente historias sencillas mientras usted las escribe.Pregúntele si hay algo que no entiende.
Aliéntelo a escribir su nombre y practiquen juntos.Recuerde, al principio quizás sólo use la primera y segunda letras de su nombre.
Ayúdele a escribir notitas o correos electrónicos para sus familiares o amigos para agradecerles un regalo o para compartir sus pensamientos.Aliente a sus familiares a responderle.
Cuando entre al jardín de niños, su niño comenzará a escribir palabras tal como las oye.Por ejemplo, quizás escriba pero en vez de perro, o uaiaba en vez de guayaba.Pida que le lean lo que ha escrito.No se preocupe demasiado por la ortografía.Ya lo aprenderá más adelante.
A medida que vaya creciendo, su niño podrá escribir y contar historias cada vez más largas.Hágale preguntas que le ayuden a organizar sus historias.Responda a sus preguntas sobre las letras del alfabeto y cómo se deletrean.
Convierta lo que escriba su niño en libros caseros.Pegue sus dibujos y el texto que escriba en pedazos de cartulina.Para cada libro, haga una portada para el libro de cartulina más gruesa o de cartón, añada algún toque artístico, un título y su nombre como autora.Haga unos agujeros a la orilla de las hojas y encuaderne el librito con hilo o cinta.
Todas las actividades hasta aquí sugeridas ofrecen una rica experiencia a los niños al mismo tiempo que desarrollan sus capacidades lingüísticas. Pero puede hacer aún mas para apoyar el aprendizaje de su niño.
Cuando apenas comienza a escribir, su niño intentará varias formas de escribir y deletrear. Nuestra tarea como padres es alentar su escritura para que disfruten al concretizar sus ideas sobre una hoja de papel. Ayúdelo a deletrear bien cuando se lo pida.

























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